Contar con diferentes generaciones trabajando en un mismo espacio es un factor clave para el éxito de cualquier organización. Debemos encontrar nuevas maneras de abordar las prioridades de cada persona y fomentar su bienestar. Las oficinas siempre han acogido a personas de diferentes generaciones, pero ahora los trabajadores que supuestamente deberían estar jubilados están en mejor forma física que en el pasado. Éstos están cada vez más dispuestos a seguir trabajando, a desempeñar un papel en la sociedad, además, su experiencia y conocimientos son un activo valioso para las empresas. Ahora se considera a los trabajadores de más edad como un recurso importante para las empresas, ya que tienen una comprensión más profunda de las relaciones internas, del flujo de trabajo y de los procesos (cuando antes se consideraba que carecían del impulso para innovar, que eran más lentos y menos productivos).
En muchas oficinas es muy común tener cuatro generaciones viviendo y trabajando juntas: la Generación Silenciosa, la Generación del «baby boom», la Generación X y los Millenials (también conocidos como Generación Y). Ahora se está incorporando una nueva generación de trabajadores: la Generación Z nacida entre 1996 y 2010), que se espera que represente casi el 50 % de la población activa para 2040 en los Estados Unidos.(1)
Los integrantes de la Generación Z tienen una perspectiva única de la vida, con sus propios hábitos e ideas, que tratarán de compaginar con la forma en que viven y trabajan.
Estas cuestiones hacen de la oficina multigeneracional un asunto muy real que necesita ser abordado. Necesitamos un nuevo modelo que integre a las personas de una manera que abarque sus diferentes capacidades, expectativas y experiencias
Los trabajadores mayores «tienen más experiencia laboral, mayor nivel de madurez/profesionalidad y una ética laboral más sólida. Por otra parte, las generaciones más jóvenes tienden a ser más emprendedoras, están más abiertos a seguir a un mentor y cuentan con una mayor capacidad en lo referente a la colaboración en línea, aunque son más débiles en los contextos
cara a cara.
Una encuesta descubrió que más del 60 % de los empleadores han sufrido enfrentamientos intergeneracionales, si bien el hecho cierto es que las generaciones tienen más en común en el trabajo que diferencias. Sus prioridades son simplemente diferentes. Fomentar la inclusión, el compromiso y el bienestar significa abordar estas prioridades.(2)
Podrían lograrse mejores resultados si se diera un mayor control del espacio y una mayor libertad de elección en igualdad de condiciones para todos los empleados, independientemente de su edad, sexo, cultura y capacidad: el bienestar físico depende de la capacitación del individuo para reconfigurar y personalizar el espacio de trabajo, seleccionar diferentes entornos para
diferentes actividades y controlar la temperatura, el aire y la luz.
Las necesidades psicológicas y emocionales son una cuestión totalmente diferente, porque todos los trabajadores tienen deseos y expectativas diferentes, especialmente cuando se tiene en cuenta el modo en que los nuevos modelos de diseño del espacio de trabajo han transformado las jerarquías tradicionales y permitido que personas de diferentes orígenes trabajen juntas.
Las organizaciones que afirman haber diseñado sus oficinas para proporcionar confort psicológico y bienestar emocional a menudo comenzaron investigando acerca de sus empleados e involucrándolos desde el principio en un proceso de
diseño conjunto. Este proceso de diseño inclusivo ofrece muchas ventajas importantes. En primer lugar, ayuda a crear una cultura corporativa cohesionada al educar a los empleados sobre cuestiones intergeneracionales y promover la comprensión y
el respeto mutuos; en segundo lugar, ofrece un mejor entorno de trabajo para todos (con independencia de la edad), prestando atención a las necesidades de cada grupo al mismo tiempo, en lugar de crear guetos generacionales.
El resultado final será un espacio de oficina basado en la interacción de las personas, sencillo y respetuoso con las diferentes necesidades a la hora de comunicarse, concentrarse, contemplar y colaborar, en lugar de uno diseñado estrictamente en torno a los aspectos de edad, género y cultura que nos dividen.
1
Adecco S
taffing, USA «Generation Z vs Millennials», 2015
2
Birkman Intern.,
«How do generational differences impact
organizations and teams?», 2016